
Una de cada 7 personas en el planeta era un migrante en 2017. En los últimos años ha habido un aumento enorme en el número de personas que migran en todo el mundo. La mayoría de los migrantes son bastante jóvenes: alrededor de un tercio de ellos tienen entre 15 y 34 años de edad.
La migración siempre ha existido. Forma parte del crecimiento y del cambio de un país, con personas que buscan mejores empleos y vidas en su país de origen y también fuera de éste. Cambiar de ciudad o irse a vivir a un pueblo suele ser el primer paso antes de cruzar las fronteras internacionales y convertirse en migrante internacional, por ello es muy probable que existan más migrantes internos que internacionales. Si los movimientos internos de ciudadanos siempre han existido ¿por qué es hoy la migración un desafío tan grande?
Los migrantes se pueden dividir en dos categorías principales: los «migrantes internacionales», que cruzan las fronteras de un país y los «migrantes internos», que se desplazan dentro del país donde nacieron (de una zona rural a una ciudad, por ejemplo). El número estimado de migrantes internacionales en el mundo es de 258 millones, mientras que alrededor de 760 millones de personas se desplazan dentro de su propia nación.
Desafíos y beneficios
La migración es hoy un desafío en parte porque las personas están llegando a países o ciudades en grandes grupos, buscando a menudo protección.
Muchos migrantes internacionales llegan a países en desarrollo que tienen menos dinero, comida, oportunidades de empleo y recursos naturales para compartir con los recién llegados. Tener que compartir estos recursos entre más personas a veces puede crear problemas o tensiones. Las comunidades rurales también pueden sufrir la pérdida de trabajadores jóvenes que emigran, lo que significa que a menudo se producen menos alimentos o que hay menos disponibles. Nos enfrentamos a desafíos parecidos con la migración interna.
Por otra parte, los migrantes pueden aportar nuevas competencias, conocimiento y cultura a sus países de acogida y contribuir al crecimiento económico siempre y cuando se les facilite el acceso a más y mejores empleos. Pueden aumentar la mano de obra en las comunidades donde no hay suficiente población para hacer todo el trabajo necesario y también liberar empleos para los jóvenes en el país que dejan.
¿Por qué la migración suele ser la única opción?
A veces las personas se marchan porque quieren un nuevo comienzo, un trabajo nuevo, estudiar o reunirse con su familia. Pero a veces la gente se ve obligada a migrar debido a eventos potencialmente mortales, entre ellos enfrentamientos y guerras, o desastres naturales que destruyen sus casas como terremotos o tsunamis.
A menudo, la migración puede ser la única opción para mejorar la vida de las personas frente a la pobreza y
el hambre, la falta de empleo, el apoyo del gobierno inexistente, los recursos naturales limitados (como agua o suelos sanos) o los efectos del cambio climático. Son los denominados «migrantes climáticos«. En el informe sobre desplazamientos forzados en 2018 realizado por la ONU se analizan los datos sobre migración a 16 estados miembros de la OCDE desde 198 países de origen entre 1980 y 2015. Según sus resultados, las temperaturas más altas y el número cada vez mayor de desastres naturales relacionados con el clima en los países de origen son factores fundamentales en el aumento los flujos migratorios.
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